Sakura Wars: So Long My Love es una de esas rarezas que de vez en cuando llegan al viejo continente, para el alborozo de ese jugador cuya pasión por los videojuegos está fuertemente ligada a su inclinación hacia el manganime, y que a buen seguro conocería ya la saga por su éxito en Japón y las adaptaciones a anime y manga. Eso sí, como cabía esperar viene en inglés, aunque si tienen un nivel decente lo más probable es que no tengan problemas -servidor ha disfrutado sobremanera con su inglés desentrenado desde el bachillerato-. Precedido por una atípica entrega en la que asistíamos a las andanzas de Gemini Sunrise –Sakura Taisen V Episode 0-, el juego que nos ocupa conjuga sabiamente novela visual, estrategia y elementos de simulador de citas. El protagonismo recae en esta ocasión en Shinjiro Taiga, enviado a Nueva York en 1928 por Ichiro Ogami, su tío. Allí pasará a formar parte de la Star Division, una unidad de combate integrada por las estrellas del teatro Little Lip, que al mando de sus robots se enfrenta a las hordas demoníacas que asolan la gran urbe. Muy normal todo, sí. Ojo, que de primeras la historia se antoje simple y un tanto absurda no quiere decir que esté mal desarrollada, y el punto fuerte de Sakura Wars: So Long My Love lo encontramos en un guión en el que los personajes están excelentemente construidos, de modo que conviene conocer a cada una de las féminas protagonistas a la hora de escoger una de las tres respuestas que solemos tener a nuestra disposición durante los múltiples diálogos. En otras ocasiones se nos presenta una única respuesta cuya intensidad podemos controlar a través de una barra, también afectan a las relaciones entre Shinjiro y el plantel femenino unos minijuegos que consisten en seguir una secuencia de movimientos mediante flechas direccionales, para lo que utilizaremos el Wiimote -que puntualmente utilizaremos también para inspeccionar escenarios o interactuar con objetos- y el Nunchuk. Llevar estas relaciones o no a buen puerto no solo dirige la historia hacia uno de los seis finales posibles, también modifica las estadísticas en los combates estratégicos, lo que puede frenar al jugador ante la situación de ofrecer una cortante respuesta a su interlocutora, pese a que su moral así lo exija. Aunque tratemos de ser benévolos con todas las protagonistas, será difícil dar siempre con la respuesta adecuada, algo que se agradece en pos de no facilitar las cosas en demasía, pero que puede resultar incómodo si ya se ha optado por una de las chicas. Si bien lo más satisfactorio es dar la respuesta que normalmente escogeríamos, sean cuales sean los resultados.
Gracias a este juego hasta el autor de este blog puede ligar
Por sus tintes de simulador de citas, quizás alguno piense equívocamente que estamos ante un eroge game , lejos del erotismo explícito de estos títulos, esta quinta entrega de la franquicia Sakura Taisen apenas contiene escenas sugerentes, aunque sí alguna que otra situación cliché que puede propiciar o no -depende de cómo la manejemos- un mayor acercamiento hacia una de las chicas. Podemos movernos libremente por un pequeño mapa de Nueva York, en estos momentos el apartado gráfico tridimensional se muestra poco sólido, y es que no hay que olvidar que el juego salió inicialmente para PS2 en 2005, aunque por aquel entonces no lo pudimos disfrutar en Europa. Por contra, los diseños de Kosuke Fujishima -conocido por la saga Tales of- y las constantes animaciones de los personajes durante la parte de novela visual dan lugar a un dinamismo que es de agradecer, servidor no se ha prodigado demasiado en el género -principalmente por la barrera idiomática-, pero hasta ahora estaba acostumbrado a escenas mucho más estáticas. Por desgracia, no podemos seleccionar voces japonesas, pero el trabajo que se ha hecho con el doblaje inglés es digno de mención, de lo mejor que recuerda quien esto suscribe. También abundan las secuencias de anime, en las que no han incluido subtítulos, así que si como el responsable de este blog no tienen buen oído para el idioma de Shakespeare se quedarán vendidos en ciertas ocasiones -no demasiadas afortunadamente-. La banda sonora de Kohei Tanaka – Gravity Rush, Resonance of Fate- es, por lo general, de tono alegre y desenfadado, con cierto abuso del tema principal en los momentos álgidos, los dos últimos capítulos -siete y ocho- son especialmente épicos.
El grueso del juego lo ocupa la novela visual, en ella radica la gran rejugabilidad del título y ante el dilema de escoger una respuesta probablemente dejemos varias partidas guardadas para tener la posibilidad de elegir distintas opciones y acceder a otro final. En los destinos que podemos seleccionar para manejar a Shinjiro, tenemos acceso al Cameratron, un artilugio que permite realizar fotografías y hace las veces de radio. Los puntuales combates vienen dados por el argumento del título, de modo que normalmente los afrontaremos al final de cada capítulo. Como ya mencionamos, no hay experiencia para subir de nivel, las estadísticas dependen de los vínculos forjados con las compañeras. Tenemos una barra de acción que se agota con las diversas posibilidades: ataque normal, ataque especial, defensa, cura, ataque conjunto y mover a nuestro robot. Se puede elegir una estrategia entre tres disponibles -Shin, Gi y Tai- y Shinjiro puede proteger a una unidad o reclamar su ayuda. En ocasiones, podemos cambiar de área en una batalla y nuestros mechas pueden adoptar su forma aérea. El balance entre novela visual y RPG táctico ofrece una gran experiencia jugable, atípica en el catálogo de Wii, que agradará a los aficionados de ambos géneros, aunque uno tiene que hacerse una idea de lo que le espera para que Sakura Wars: So Long My Love no le defraude. Quizás el perfil de jugador descrito al principio de esta entrada sea el único que dé una oportunidad a este título y pase desapercibido para gran parte del público. Mi enhorabuena a quienes se atrevan con él, porque probablemente descubrirán una de las joyas de la consola.