Quackshot
28/08/2011 20 comentarios
El juego que nos ocupa es un plataformas de Mega Drive que data de 1991 y se encuadra dentro de ese grupo de grandes cartuchos protagonizados por personajes de Disney, cuando la gloriosa generación de 16 bits legaba títulos para el recuerdo basados en diversas licencias, a diferencia de lo que ocurre hoy en día, con honrosas excepciones. Para la ocasión, el intrépido palmípedo, ataviado de explorador, recorrerá el vasto mundo junto a sus sobrinos para obtener grandes riquezas, pues halló en el estudio de su tío Gilito un libro que contiene el incompleto mapa del tesoro del rey Garuzia, ancestral líder de un antiguo reino. Por desgracia, el pérfido Pete ha descubierto los planes del protagonista y junto a sus secuaces dificultará su empresa.
Las habilidades de Donald
El celebérrimo pato inmoviliza a sus enemigos con desatascadores, para los cuales será preciso obtener mejoras que nos facilitan personajes secundarios. Así pues, el desatascador rojo aguanta en la pared unos instantes y facilita el avance vertical de Donald, mientras que el verde se dispara a las aves para que nos sirvan de medio de transporte. También hay municiones de chicle y maíz.
Tras ingerir cinco guindillas, Donald entrará en cólera y durante un limitado período de tiempo arrasará con lo que encuentre a su paso.
En algunas estancias, habrá que deslizarse por el suelo a fin de llegar a ciertas zonas de los niveles.
Jugabilidad
Donald ejecuta con fluidez todas sus acciones y el control es excelente. Los diversos destinos -Duckburg, México, Transilvania, Egipto, el templo de un Maharajá, un barco vikingo, el Polo Sur, el escondite de Pete y la isla del tesoro- que aguardan al personaje permiten gran variedad de situaciones, como por ejemplo los viajes en vagoneta o el salto de fe, en claro homenaje a Indiana Jones.
Para viajar utilizará la avioneta de sus sobrinos, a la que se llama desde pantalla de selección de objetos. El juego contiene pequeños puzles y a fin de acceder a todas las estancias de un nivel – empiezan desarrollándose en el exterior para más tarde conducir a un espacio cerrado- habrá que saber utilizar los útiles que nos proporcionen personajes secundarios o encontremos por el mundo.
No todos los lugares están custodiados por un jefe final, por lo que en un juego de escasa duración como Quackshot, se agradecería un mayor número de ellos.
Apartado técnico y sonoro
Los gráficos resultan muy coloristas y agradables, con un nivel de detalle sorprendente en casi todos los niveles. Destacan el uso del scroll parallax y las animaciones de los personajes y enemigos, especialmente las de Donald.
Las melodías, sin ser de inusitada calidad, acompañan ejemplarmente la acción. Algunas de ellas son bastante pegadizas. Por su parte, los efectos sonoros cumplen con solvencia, aunque sin grandes alardes.
Conclusiones
Pese a su escasa duración, Quackshot es un gran plataformas, uno de los más divertidos de la consola para quien esto suscribe. Se echa en falta un mayor número de jefes y niveles; sin embargo, el cartucho es altamente rejugable.